DECLARACIÓN CONSEJO ACADÉMICO DEL INSTITUTO NACIONAL
Estimada Comunidad Educativa,
Reconociendo los distintos modos de analizar la realidad, y entendiendo la importancia de la diversidad, desde la mirada del Consejo Académico consideramos de vital importancia reflexionar lo siguiente: los últimos acontecimientos han tenido un fuerte énfasis en la violencia, tanto en la manifestación de un grupo de estudiantes, como la respuesta igualmente desproporcionada de F.F.E.E de Carabineros.
En este dilema al que hemos sido expuestos, estudiantes, funcionarios, docentes, asistentes de la educación, reconocemos una y misma raíz del problema: el uso de la violencia como forma de expresión y de respuesta, es decir, reconocemos un origen y un efecto que no validamos, ni justificamos, bajo ningún aspecto. La razón, es que entendemos no sólo como docentes, sino como ciudadanos la necesidad de un respeto irrestricto a los Derechos Humanos Fundamentales y que muy a nuestro pesar, hoy se encuentran puestos en juego como es el Derecho a vivir tranquilamente, a la libertad y la seguridad.
Por la existencia de un compromiso con la educación pública, y teniendo en el centro de dicho compromiso un claro rol educativo, es que comprendemos la amenaza que implica el uso de bombas molotov por nuestros estudiantes, en respuesta al accionar de Carabineros. Dicha respuesta no sólo lo manifiesta molestia o rabia, sino que pone en peligro nuestra seguridad tanto física como emocional.
Como institución educativa tenemos un Manual de Convivencia que, a grandes rasgos tiene como objetivo, regular el accionar de todos los miembros de la comunidad pero cuyo sentido principal, es servir como referencia para distinguir con claridad qué acciones son beneficiosas para la comunidad y cuáles no; más que ser puramente sancionador, obedece a un espíritu democrático, porque entendemos que-pertenecer a una comunidad- implica asumir derechos y deberes con los que debemos comprometernos para poder llevar a cabo, una buena convivencia. Por esta razón, entendemos que, al realizar estas distinciones, vislumbramos las responsabilidades que cada quién, desde su rol particular y como miembro de la comunidad, debe asumir. Respecto a la inquietud sobre la aplicación del Manual de Convivencia, entendemos que dicha aplicación debe ser garantizada por un debido proceso, pero sobre todo apelamos a la propia reflexión de nuestros estudiantes quienes tienen en sus manos, la posibilidad de cambiar el rumbo de los acontecimientos, en aras de escuchar la voz que la comunidad está expresando.
En este sentido, comprendemos que la tradición de nuestra institución es formar líderes y jóvenes que tengan un compromiso político y ciudadano, y por lo tanto, tenemos plena confianza de que, haciendo uso del propio entendimiento y sopesando de forma ecuánime si las acciones llevadas a cabo realmente benefician a una mayoría, nuestros estudiantes pueden comprender de forma autónoma la implicancia que pueden tener acciones como las analizadas anteriormente. Puesto que los docentes estamos comprometidos con la institución no sólo como ente abstracto, sino en concreto con nuestros estudiantes a quienes educamos, procuraremos dar un mayor énfasis y garantizar como ha sido siempre, los espacios para reflexionar en nuestras aulas, no solos, sino en conjunto, porque existe un vínculo férreo que nos une.
Atentamente,
Consejo Académico 2018
Instituto Nacional José Miguel Carrera
